Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

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ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

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domingo, 29 de mayo de 2011

La trama y el aprendizaje del acoso escolar

 

En el siguiente artículo, abajo reproducido, se describen las características y rol de cada una de los grupos de personajes ligados al terrorismo socioeducativo del bullying.

 

 

Aunque bastante acertado, personalmente echo en falta un muy importante grupo de este minante proceso de vejación y sumisión hacia las víctimas: Las autoridades educativas esencialmente, generalizadamente apoyadas por los mal denominados Servicios Sociales e incluso sanitarios, que a menudo ningunean, banalizan y niegan estas ya evidentes somatizaciones en las víctimas: dolor de cabeza, distimia, cefalea, dolor abdominal, tristeza, angustia, falta de apetito,  vómitos, excesiva intranquilidad, ansiedad, stress, desmotivación por los estudios, bajos rendimientos escolares, negación a asistir a clase, insomnios, despertares frecuentes… y en el peor de los casos cuando todas esas manifestaciones que deberían alertar a padres, maestros, sanitarios y otras autoridades no han sido tenidas en cuenta, surgen incluso cuadros ansioso depresivos, stress postraumático y el deseo de morir de estos condenados a sufrir sistemáticamente una violencia extrema en su entorno escolar y por ende social, por el mero hecho de no usar la violencia para su defensa, tener algún rasgo que le distingue de los demás e incluso ser un estudiante brillante.

 

Llegados a tal punto a las familias que se les ocurra denunciar pasarán a ser víctimas del mayor acosador existente: Las instituciones, que como verdaderos matones no dudarán en usar herramientas nada éticas para desvincular socialmente a la familia de la víctima, ya también convertida en matanza social para aislarla, someterla a bulos, rumorologías dañinas y polucionadas que etiquetarán a víctima y entramado familiar en incompetentes y desadaptados a la sociedad, de la que previamente han sido excluidos y divididos. Habrá ganado una vez más el instigador, el dominador bruto y prepotente, el maltratador institucional y con ello quedará claro el mensaje: Mejor callar y aguantar. Jamás denunciar pues la maquinaria institucional te aplastará.  Eso sí, es condición necesaria que esas vendettas parezcan “accidentales y esporádicas”.

 

Tras una minúscula llamada de atención de los responsables educativos a esos aprendices hostigadores, la conclusión para los acosadores y alumnos aventajados en esa “bella y alentadora lid” es clara y contundente: Hay que seguir hostigando pues es emocionante para sus enfermizas prioridades grupales e indirectamente se les está reconociendo tan “noble”cometido, al sentirse avalados y apoyados; al mirar quienes debieran reprender, a otro lado, siendo testigos mudos, banalizando los hechos e incluso calificando estos atropellos como típicos para la correcta realización de la personalidad de cada uno de los sujetos.

 

Mientras, unos, las víctimas quedarán marcados de por vida con esas secuelas que quedan tras el desprecio generalizado de muy malos y cobardes compañeros y con ese dolor inmenso que queda enclavado en lo más hondo de cada uno, macerando sin ser consciente con tanto dolor, exclusión y rabia a una agresividad latente que en muchos casos pasará a ser una impronta de una personalidad ya muy deteriorada y deforme.

 

Los otros, los vencedores y dominadores a la fuerza seguirán creciendo en confianza y agresividad y dejarán el rastro de tan absurdo matonaje con otros compañeros, pareja, familia, trabajadores e incluso sus propios entrenadores; en este caso algún profesor que ya menos poderoso físicamente reciba el impacto desagradable y desagradecido de un boomerang violento e irrespetuoso de parte de algún alumno: Será muy tarde ya para las quejas, pues no sería extraño que esa víctima adulta fuese anteriormente un cobarde pasivo: uno de los muchos que ni dio la cara ni tuvo la decencia de contar con el compañero exiliado y marginado…

 

Finalmente se habrá instaurado en no pocos casos y sin pretenderlo, la mala semilla ponzoñosa en quien sigue preguntándose todas las noches, ¿por qué a mi?, ¿qué he hecho yo para que me pase esto?. Y un mal día explotará. Los telediarios y medios comprados expresarán interesadamente por quien les suministra sus fuentes de ingreso que ese chico tenía problemas “mentales” y que en un golpe de locura disparó indiscriminadamente en un establecimiento.

 

Fuente vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=lb_23FbSHmY&feature=player_embedded

 

 

Los personajes en el drama del acoso escolar

Por Margaret McGavin

En esta dramatización del bullying o acoso escolar, cada personaje tiene su papel importante.  Les presento al típico elenco:

1. El agresor (alias "Billy Bully")

En sus propias palabras: 

"En la escuela los papás de mis compañeros se quejan de mí.  Dicen que sus hijos me tienen miedo. En mi salón de clases sé hacer reír a todos de mis bromas, y la maestra se vuelve loca. Eso es lo que más me encanta de la escuela. Cuando estoy de buenas, soy muy buena onda casi con todos, menos aquella nenita. Bueno, así le digo porque siempre llora como nenita, aunque se supone que es hombre. Se parece a mi hermanita, "la perfecta", con su voz de pito...¡No lo aguanto! Cuando lo hago llorar, a veces me da pena, pero lo merece por ser tan raro y tan nerd. Además, no soy el único quien lo molesta: los otros niños están de acuerdo que él es insoportable."

2. La víctima (alias "Martín Mártir")

Nos dice:

"Ya no quiero ir a la escuela.  Me duele mucho el estómago todas las mañanas y tengo mucho miedo de lo que me puede pasar.  Todo el mundo me molesta: me quitan mis cosas, se burlan de mí, y cuando me equivoco en la clase todos hacen "Aaaah!"  El recreo me lo paso solo.  Ya me pusieron un apodo que me choca:  me dicen "nenita maricón", nada más porque soy malísimo para el futbol y me gusta leer. Antes le caía bien a la maestra y le ayudaba, pero ya no quiero pasar los libros porque todos se limpian las manos después de recibirlos de mí. Todo el mundo me odia, y no es mi culpa.  Ya le dije a mi mamá que me cambie de escuela."

3. El espectador (alias "Oscar Ojón")

Nos cuenta:

"En mi salón lo pasamos bien.  A veces nos reímos mucho, porque Billy es súper chistoso, sobre todo cuando molesta a Martín.  Luego luego se ve que quiere llorar, y a todos nos da mucha risa, porque es un niño rarito, ¿sabes?  ¡Qué bueno que yo le caigo bien a Billy, porque si no, ya me habrían acabado todos!  Billy es mi cuate, y no quiero que nunca se enoje conmigo.  ¿Martín? No es nada mío.  Pobre, pero ¿porque no se defiende?  Si no se defiende, pues merece que lo molestemos."

4. El maestro (alias "Prof. Ni Enterado")

Dice:

"Definitivamente hay días cuando algo pasa en mi clase.  Los alumnos son muy indisciplinados, y cuesta trabajo que pongan atención porque se la pasan riendo de los chistes de Billy Bully.  Pero no es siempre.  ¿Martín? Es un chico muy aplicado, muy cooperador.  De hecho, es el único quien sacó buenos resultados en el exámen la semana pasada.  Sin embargo, últimamente ha decaído su rendimiento.  Creo que no está estudiando en casa."

5. Los papás de la víctima (alias los "Sres. Mártir")

Nos dicen:

"Martincito es un excelente alumno.  ¡Es tan sensible, tan cooperador, tan lindo!  Es un hijo modelo. Últimamente no ha querido ir a la escuela, y llora todas las tardes.  Sabemos que hay unos niños muy malos en su clase, y la escuela necesita hacer algo para seleccionar mejor a sus alumnos. No es justo que permitan que unos rufianes delincuentes juveniles aterroricen a nuestro niño.  ¿Qué va a hacer la escuela?"   

6. Los papás del agresor (alias los "Sres. Bully")

Platican:

"Billy es muy popular y todo el mundo está de acuerdo que es ¡simpatiquísimo, igualito que su padre! ¿Que cómo va en la escuela?  Pues bien, suponemos.  No excelente, porque nuestro hijo no es ningún nerd, pero ahí se la lleva.  Lo pasa bien en la clase, que es lo que cuenta. ¿Que si molesta a los demás?  ¡A los que se dejan, ja ja ja!  Hasta a mí me molesta cuando me dejo, fíjate, chamaco canijo..."

7. Los papás del espectador (alias los "Sres. Ojón")

Nos dicen:

"No hemos visto nada que nos preocupa.  Oscar se lo pasa muy bien en la escuela, tiene amigos, es bien aceptado.  Sabemos que el ambiente de la clase no es perfecta, pero mientras Oscar esté contento nosotros no vamos a estarnos metiendo.  No somos de estos papás que siempre se la pasan en la escuela quejándose de todo."

8. La directora del colegio (alias la "Maestra No Me Meto")

Afirma:

"¿Perdón?  ¿Que si hay un problema de bullying en esta escuela? ¡Por supuesto que no!  No hemos visto nada, no sabemos nada. Todos nuestros alumnos están trabajando bien dentro de sus salones, y todos se ven contentos la mayoría del tiempo.  No se preocupen, todo está bajo control."

Fuente: http://hijos.about.com/od/Relaciones-sociales/tp/Los-Personajes-En-El-Drama-Del-Acoso-Escolar.htm

1 comentario:

Programa de Desarrollo Psicosocial dijo...

Hola Manuel, paso a saludarte. Como siempre muy buena tu entrada, el artículo de los personajes muy demostrativo y muy real.Lastimosamente.Cariños. Carmen