Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)
ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

Traductores

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German temas para windows Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

sábado, 24 de septiembre de 2011

No permita que su hijo sea víctima en el salón de clases

 

El joven que es agredido por sus compañeros sufre en silencio. (Foto El Carabobeño)

Basyl Macías

Valencia (REDACTA).- El ser humano es un ente social por naturaleza. Así lo demuestran las redes sociales. Hoy día, nuestros niños, niñas y adolescentes se han convertido en los protagonistas de este fenómeno del siglo XXI.

Ellos necesitan comunicarse, expresarse y ser escuchados; y cuando alguno de ellos es víctima de restricciones, rechazos o agresiones por parte de un igual en su entorno familiar o escolar, esto podría significar para muchos, convertirse en personas inseguras y deprimidas.

Tal es el caso de José Manuel. Cuando su madre lo incitó a elaborar un horario de estudio para los exámenes de lapso, una vez que culminó el asueto de Carnaval, reaccionó diciendo:

"¡Mamá, por favor, no me presiones! Apenas tengo catorce años y necesito mantener contacto con mis amigos de la cuadra. Son mis únicos amigos... En el liceo, todos son unos hipócritas. Sólo te buscan si les interesa algo de ti. Y si tienes algún problema con uno de ellos, ni voltean a mirarte o a defenderte, al contrario, también se burlan para evitar ser los siguientes".

Relató, con lágrimas en sus ojos, que sus compañeros del octavo grado lo rechazan y etiquetan como una persona de pocos méritos.

Esto, promovido por la descalificación de un joven de la misma sección, quien se ha dado a la tarea, en repetidas ocasiones de insultarlo, vejarlo y conminarlo a la violencia verbal y físicamente, y éste, al no acceder, es igualmente atacado por otros estudiantes del aula, quienes lo empujan y le gritan palabras obscenas e inmoralidades para que se defienda, sometiéndolo a momentos de ridiculez y escarnio público.

Un problema nacional

En la última década, en Venezuela, el acoso escolar es un fenómeno que se viene presentado en distintos ámbitos del sector educativo, en especial en grados de la secundaria o diversificado.

En Europa y Latinoamérica, a este fenómeno se le conoce como bullying, que se traduce como maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño, niña o adolescente por parte de otro u otros, que se comportan cruelmente con él o ella, con el objetivo de someterlo (a) y asustarlo (a), con vistas a obtener algún resultado favorable, o simplemente para satisfacer la necesidad de agredir o destruir, describe la psicóloga de la Unidad de Psicotrauma Valencia, Cilaura Vílchez.

Sus causas son múltiples y complejas, que conllevan ciertos factores de riesgo de violencia, como la exclusión social o de su entorno inmediato. Estas pueden ser personales, familiares y escolares.

En el colegio o liceo

El bullying puede darse en cualquier tipo de centro educativo, público o privado, pero según algunos expertos, cuanto más grande es el centro educativo aumenta el riesgo de que haya acoso escolar. Claro que a eso hay que añadir la falta de control físico y de vigilancia. En los pasillos debe haber siempre alguien, profesores o cuidadores, para atender e inspeccionar a los alumnos. Aparte de eso, el tratamiento que se da a los estudiantes es muy importante.

Aduce la especialista que la falta de respeto, la humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos, llevan a un clima de violencia y situaciones de agresión. El colegio no debe limitarse sólo a enseñar, también debe funcionar como un ambiente generador de comportamientos sociales adecuado.

Para el niño o joven que practica el bullying, la violencia es apenas un instrumento de intimidación. Para él, su actuación es correcta y por lo tanto, no se autocondena, lo que no quiere decir que no sufra por ello.

La profesional de salud mental comenta que en Venezuela, desgraciadamente, no existen suficientes entes e instituciones que se dediquen a brindar protección u orientación profesional a estos niños y jóvenes, que ayuden a mitigar los efectos de dichos factores, como modelos sociales positivos y solidarios, contextos de ocio o grupos de pertenencia constructivos, o adultos disponibles y atentos para ayudar.

Nos enseña que debemos escucharlos, dado que muchas veces nos dan señales de que algo les ocurre y no le prestamos la debida atención.

Algunos de ellos suelen decir por ejemplo: "el profesor la tiene agarrada conmigo", "no le caigo bien a la maestra", y tendemos a pensar en una excusa para justificar una mala nota o una reprimenda.

Conviene prestar atención, porque estas protestas pueden tener múltiples causas: insatisfacción con la asignatura, con la personalidad con el profesor, o con la manera en que está planteado el sistema educativo. Pero también pueden ser una señal de una necesidad de mayor atención por parte de los padres o docentes.

El psicólogo clínico del Grupo Médico del Sur de Valencia, Aarón Espinoza, asegura que los medios de comunicación, en especial la televisión, nos exponen continuamente a programas que muestran la violencia, tanto real como ficticia, y por eso son considerados como una de las principales causas que originan la violencia en los niños, niñas y adolescentes.

Coincide con otros investigadores del tema, en que en la escuela los estudiantes aprenden que tener amigos y ser aceptados son factores protectores frente al bullying.

En la familia

El origen de la violencia en jóvenes o preadolescentes puede ser la ausencia de un padre o la presencia de un padre violento. Esa situación puede generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes. Además de eso, las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o la mala organización del hogar, también pueden contribuir para que los niños, niñas y adolescentes tengan una conducta agresiva.

¿Cómo evadir el problema?

Una vez identificado el problema, se deben aplicar ciertos correctivos para evadirlo:

? La víctima debe ignorar al agresor, no mirarlo y hacer que no escucha sus ofensas o insultos.

? No llorar ni enfadarse, tampoco mostrarse afectado. Eso es lo que el agresor busca.

? Debe responder al agresor con tranquilidad y firmeza.

? Si puede trate de tomar las cosas con humor.

? Intente alejarse o correr si es necesario, si cree que puede haber peligro e irse a un sitio donde haya un adulto.

? Si es una víctima constante de los agresores, es necesario hablar con un adulto. Comience con sus padres. Eso no es acusar, es pedir ayuda a las personas que lo quieren cuando lo necesita. Los padres, a su vez, deben hablar con alguien del colegio, pero no con los padres del o los agresores.

? Si siente que no se lo puede contar a sus padres o que ellos no pueden ayudarlo, hable con otro adulto en quien confíe, como un profesor o el director del colegio o liceo.

? Si no quiere hablar de ello con nadie a solas, pídale a un amigo o hermano que lo acompañe, o puede ser alguien que haya visto cuando lo agreden.

? Deje claro al adulto que la situación le afecta profundamente, sobre todo si es víctima de agresiones verbales, ya que a veces los adultos no las consideran importantes y, sin embargo, son las que más daño pueden hacer.

? Si siente que no puede decir nada a nadie, trate de escribir una carta explicando lo que pasa. Désela a un adulto en quien confíe y guarde una copia.

La madre de José Manuel al escuchar la confesión de su hijo, atinó con un abrazo y un beso, al mismo tiempo que le hizo entender que no es su culpa lo que está ocurriendo con su compañero de clases. Que lo primero que harían juntos es hacer frente a la situación, y que el verdadero problema lo tiene el joven agresor. Por lo que requiere de ayuda urgente.

Casos como éste nos lleva a buscar sistemas de prevención de la violencia en las aulas, entre pares, y que cada institución adapte sus necesidades a los cambios sociales, desarrollando la intervención de los departamentos de orientación y de las familias.

Debemos mejorar la convivencia educativa para prevenir la violencia, enseñándolos a resolver conflictos de forma constructiva, es decir, pensando, dialogando y negociando.

Fuente:

http://www.el-carabobeno.com/articulo/articulo/10316/no-permita-que-su-hijo-sea-vctima-en-el-saln-de-clases--#.Tn5kXSbFWDc.facebook

 

Fuente vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=0ELzt9lqZ_s

No hay comentarios: