Acoso escolar e institucional (Pincha en la imagen)

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ACOSO ESCOLAR E INSTITUCIONAL (Pincha en la imagen)

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jueves, 20 de octubre de 2011

¿Detección u ocultamiento?: La gran mentira institucional hacia el acoso

 

Manuel Rodríguez G.

Como viene siendo habitual, me llega la siguiente noticia, abajo publicada, relacionada con el creciente aumento de la violencia escolar, donde se habla de la falta de detección respecto a los demasiados casos de acoso escolar de nuestra lúgubre y enfermiza sociedad.

Aunque la noticia incide en la falta de detección, yo me atrevo a ir más lejos y denuncio que esa supuesta falta de detección es producto de la ocultación de quienes en sus distintas áreas, lejos de denunciar estos casos, los ningunean voluntariamente, puesto que entienden destapar estas cosas, sólo trae problemas para quienes desentierran esa basura ocultada.

Si la finalidad de acabar con el bullying pasa por detectarlo y pararlo para que no vaya a más, se da la paradoja y la actitud cobarde y cómplice de mirar a otro lado; de quitarse de en medió para no ser testigo; de negar cualquier duda, indicio o violación de los derechos fundamentales de cualquier persona víctima de este terrorismo socioeducativo. Es decir, siempre es mejor no saber, ser ignorante voluntario, que se sepa que has sido testigo mudo, cuando no proactivo para que no entres a tomar parte de esa cobarde coartada.

Así siempre será más factible, plausible, discreto y socorrido decir que no hay acoso, no ha habido o no se tiene noticia de ello, que tener que responder a muchos indicios e indicadores que antes o después, emergerán; tarde pero asomarán; desgraciadamente en esos casos escandalosos donde víctima directa e indirectas (familia) ya confirman casos de cuadros ansioso-depresivos, estrés postraumáticos, deterioros cognitivos; en definitiva desgastes perdurables y con muy serias secuelas de por vida, que habrán marcado a esas víctimas de por vida, mientras “el respetable” aunque supuestamente no detector de ese minante expolio psíquico se irá de rositas, aún a costa de ser cómplice, complaciente y cínico cobarde por “no detectar” aunque sí saber y callar.

Al hilo de la noticia denuncio públicamente cómo ni siquiera se ha querido escuchar a mi hija por algunas sinvergüenzas asistentas sociales cuando mi hija acudía a pediatría manifestando lo que venía sufriendo; incluso aguantando el ninguneo y banalización de pediatra e incluso el silencio de quien en principio pareció receptiva para comunicarme finalmente que la estaban presionando y buscar nuevo destino. De aquellos que teniendo constancia y pruebas de ese bullying consentido finalmente rubricaron falsos informes o los disfrazaron decirles que no olviden su código deontológico ni menos el flaco favor realizadeo a sus pacientes; por cierto menores y con serios obstáculos por su patología.

De los muchos padres que callaron y en modo alguno se alertaron o tuvieron la talla ética y humana de indagar y mostrar su preocupación, sólo reflexionar el legado y dosis de cobardía e insolidaridad que dieron de mamar a sus vástagos.

Del profesorado que entró en juego,  ¡qué decir! Menudo educación profesan. Muy mala educación me temo la que ostentan y la que predican con el ejemplo. Esa que luego se volverá contra muchos de sus colegas en institutos, cuando matones crecidos en estatura y en poder físico; esos mismos que fueron aupados por el consentimiento vil de esos pseudomaestros que callaron cuando esos matones aún eran simples “pequeñajos” en cursos básicos, ahora se convertirán en hostigadores incluso contra el profesorado.

¿FALTA DE DETECCIÓN?, YO DENUNCIO OCULTAMIENTO, TOLERANCIA., COMPLICIDAD Y MUCHA MUCHA COBARDÍA. TODAS ELLAS VOLUNTARIAS Y CONSENTIDAS

 

Nueve de cada diez casos de acoso escolar no se detectan

Santiago de Compostela acoge el XXV Congreso Nacional de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, en el que estos profesionales demandan más tiempo en sus consultas para poder detectar posibles patologías, ya que la mayoría de los niños que sufren acoso escolar por parte de otros compañeros, permanecen en el silencio.

Ana Isabel Martínez - Redacción Aprendemas Más patologías psicosociales que biológicas

El acoso escolar es uno de los problemas sociales más difíciles de detectar. Y es que el 90% de los casos permanecen ocultos, según alerta la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap). Tal y como publica Europa Press, la entidad asegura que apenas se notifica el 10% de los casos. Por ello, los pediatras avisan de un aumento de las patologías psicosociales y reclaman poder disponer de más tiempo en cada consulta para poder detectarlos y abordarlos en el marco del XXV Congreso Nacional de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, que se está celebrando en Santiago de Compostela desde este jueves y hasta el próximo domingo día 16.
Jesús García Pérez, pediatra y miembro de la Sepeap, ha reconocido que el acoso escolar “siempre ha estado ahí, pero ahora se notifica más y se denuncia más”, pero ha matizado que aún así “se notifica poco”. El 10% de las denuncias atienden a agresiones físicas “más entre chicos que entre chicas” y un 30% tiene que con el acoso verbal, como insultos e intimidación.
En este contexto, los chicos se caracterizan más por la agresión física mientras que las chicas manifiestan una agresividad más de tipo psicológico. Sin embargo, García Pérez ha explicado que entre las víctimas no hay diferencia sexual y el acoso lo sufren tanto las chicas como los chicos. El principal lugar en el que se da es en el patio, en los casos de los estudiantes de primaria, y las aulas y pasillos, en secundaria.
Según los pediatras, entre el 2% y el 10% de los niños españoles se encuentran en la versión “más grave” de este tipo de casos, pero las cifras se disparan hasta el 15% y 35% en el caso de intimidaciones leves. Además, según los datos facilitados por los profesionales sanitarios en el Congreso, un 60% de los menores que acosa en el colegio comete algún delito antes de los 24 años y traslada la violencia al trabajo o al ámbito familiar. El doctor García Pérez ha insistido en que hay que enseñar a los menores “a decir no, porque así se evitará el acoso escolar que hay en el país” y ha exigido “tolerancia cero ante el maltrato”.
La patología biológica desaparece
Los pediatras han señalado asimismo el aumento de la patología psicosocial (trastornos del aprendizaje, la hiperactividad y el déficit de atención, la ansiedad, el acoso escolar o la depresión, etc.), en el caso de los niños acosados, frente a las de tipo biológico (fiebre, diarrea…) hasta ahora, más comunes. Este cambio se ha producido por el entorno, ante lo que el presidente del XXV Congreso Nacional de la Sepeap, Luis Sánchez Santos, ha advertido de la “limitación del profesional de ir a toda prisa”, perjudicando así “a los que más tiempo necesitan, que son los más vulnerables” y “requieren una atención multidisciplinar”.
Además, estamos en una sociedad en la que los niños sufren el síndrome del emperador, volviéndose “cada vez más demandantes y más agresivos”. Hoy día, es el menor “quien dice y manda”, ha asegurado Sánchez Santos. “Comen a la carta, no tienen límites y no tienen normas”. De ahí la necesidad de que los pediatras dejen de atenderles a toda prisa para “intentar dar prioridad a estas patologías”.
Los especialistas alertan también sobre los trastornos de
ansiedad en la infancia y adolescencia, ya que afectan a entre el 10% y 20% de los niños. Sin embargo, han precisado que sólo algunos de los afectados están diagnosticados. La separación o divorcio de los padres, el alcoholismo o toxicomanía de los progenitores, enfermedad grave física o mental de los mismos, deficiente rendimiento escolar, cambio de nivel económico y pérdida de trabajo paterno, son factores que estresan al menor, según Sepeap.
Por último, el Congreso no ha pasado por alto la ciberpatología, derivada del uso de la tecnología actual que hace que niños se aíslen. Su “fobia social” es tal que “solo usan el aparataje” para relacionarse. García Pérez ha apostado por “afrontarlo con rigor, con eficacia y eficiencia” y “no con consultas rápidas”. Por suerte, España no ha llegado todavía a los índices de Japón, un país en el que ya existen unidades especializadas en la ciberpatología.

Fuente:

http://www.aprendemas.com/Noticias/html/N9261_F14102011.html

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